Friday, September 21, 2007

Actitudes como Sintomas de Ignorancia.


Los síntomas de ignorancia pueden ser claramente visibles a terceros, pero el ignorante es, muchas veces, ajeno a su propia ignorancia.

Ahora sigue una lista de actitudes que pueden ser síntomas de ignorancia. Pueden indicarnos aspectos que podemos mejorar.

( Recalco que todo el rollo de los últimos posts es para aplicarlo a "MI MISMO", no puede haber mas ignorante que el que piensa que los demas lo son. Ya habia escrito esto en los primeros posts. Si a alguien mas le sirve... chido.)

Muchos de estos síntomas pueden parecer obvios, pero no te equivoques. Puden manifestarse de forma discreta y casi invisible. Nuestro propio ego tiene maneras de presentarse en forma aceptable ante nuestra conciencia. Debemos ser cuidadosos.

Algo que todos tienen en común es la falta de compasión. De hecho, ignorancia, puede definirse como, cualquier estado mental que no sea compasión.

01 de 16: Hablar demasiado.
Hablar demasiado es muchas veces el resultado de sobre estimar nuestra habilidad para entender cosas. Pero también puede ser el resultado de subestimar la dificultad de ellas. Los ignorantes siempre están ávidos por dar su opinión acerca de asuntos complejos. El sabio es consciente de sus limitaciones y, con esto en mente, buscan soluciones cuidadosamente.
Hablar mucho puede también ser una manifestación de un ego inflado. Una buena referencia sobre este síntoma en "Talking: A Problem and a Challenge".


02 de 16: Mente cerrada.

A pesar de hablar mucho, los ignorantes no quieren involucrarse en un verdadero y vigoroso intercambio de ideas. Sus conversaciones son casi siempre monólogos pensados para impresionar. Son malos oyentes, porque usualmente ya formaron su punto de vista y no tienen planes de cambiar de opinión. Son demasiado inseguros para cambiar su mente. Son rápidos ver errores en los demás (es decir, para criticar), pero se ofenden cuando se les critica. Tienen miedo de cambiar de mentalidad o de costumbres. No admiten cuando se equivocan y están mas interesados en la apariencia que en la substancia.


03 de 16: Egocentrismo.
Los ignorantes son egocéntricos. Se enfocan en si mismos, sus carreras, su desarrollo, sus agendas y sus intereses. Muestran muy poco interés en lo concerniente a los demás, excepto cuando esto puede ser de beneficio para ellos.

04 de 16: Inflexibilidad.
La ignorancia es algunas veces desenmascarada por la inflexibilidad. La gente ignorante tiene muchas veces impresionantes agendas. Sus planes egocéntricos se vuelven su objetivo y se reusan a desviarse de su estrategia planeada. No tienen tiempo para la espontaneidad y los momentos intuitivos de compasión o simplemente compartir la alegría. La gente ignorante se vuelve muchas veces esclava de los planes y las metas, olvidando por completo que la vida esta ahí para vivirla y no para ser esclavizado por ella.

05 de 16: Ambición.
La ignorancia tiene como síntoma también un exceso de ambición, y la ambición esta claramente centrada en el servicio a si mismo. (Se podría tener ambición de acabar con la pobreza en el mundo, por ejemplo.) Una parte central de la esta ambición es superar a la competencia y a los oponentes. Es convertirse en el centro de atención y adoración. Incluso si su trabajo es de naturaleza "espiritual" ellos seguirán dominados por ambiciones egocéntricas que disminuirán y empobrecerán su obra.

06 de 16: Vanidad.
La vanidad es también una tendencia. Se preocupan mucho por la apariencia y lo que otros piensen de ellos. Mantener la apariencia se vuelve una obsesión. Eso los hace susceptibles a manipulaciones y corrupción. Su miedo de perder la mascara delante de la gente los orilla a la sumisión a costa de traicionarse a si mismos.

07 de 16: El deseo de nivel (posición).
Los ignorantes buscan tener un cierto "nivel" (social, académico, ...) o al menos la apariencia de tenerlo. Tienden a considerar el nivel como algo mas importante que lo que en realidad se logra y tienden a rodearse a si mismos de cosas superficiales que dan la apariencia de tener "nivel" (buen auto, ropa cara, grados académicos, ... ).
El deseo de tener nivel los hace sentirse facilmente intimidados ante la expectativa de perder la buena opinión de la sociedad. La reputación esta arriba y la integridad abajo en su escala de valores. Sus mentecitas asustadas buscan desesperadamente el cobijo del reconocimiento y la aceptacion.

08 de 16: Envidia, Celos, Infamia.
Los ignorantes son en ocasiones tan egocéntricos, que no pueden tolerar el éxito de las personas a su alrededor. Lo que menos pueden hacer es alegrarse de corazón con los triunfos de sus "amigos" o compañeros. Están siempre midiendo con envidia los éxitos de aquellos que piensan que están en competencia con ellos y viven con temor de quedar opacados por los demás. Usualmente rechazan nuevas ideas que puedan poner en peligro su posición o nivel. Pueden a veces llegar a recurrir a la infamia para "defender" lo que ellos piensan es su rango o posición. Son algunas veces chismosos discretos, manipulando la opinión de la gente para su propia ventaja. Hay muy poco espacio en sus vidas para la compasión real, incluso aunque pasen por grandes sacrificios para hacer publica su virtud.


9 de 16: Rápido para condenar y lento para perdonar.
Los ignorantes son también muy eficientes para condenar. Las cuales están siempre basadas en prejuicios y suposiciones desinformadas. Prefieren reflejar los prejuicios populares que reflejan su status. Es muy fácil convencer a un ignorante, basta que la mayoría de la gente tenga esa opinión. De hecho tienen muy pocos principios reales que no traicionarían aunque los rechazen. Los ignorantes son lentos para perdonar porque les da hueva considerar todo el escenario y porque la compasión no es parte de su vida.

10 de 16: Cinismo.
La forma más peligrosa de ignorancia es la que toma las decisiones incorrectas deliberadamente, a pesar de saber que son incorrectas. Las personas con estas características casi siempre son casi caso perdido y podrán regresar a la cordura solo a través de alguna experiencia traumática en su vida.

11 de 16: Guiados por emociones.
Los ignorantes son guiados por sus emociones y son tan erráticas y tan poco confiables como sus emociones. Los vaivenes en su estado de animo determina su nivel de devoción y dedicación. Piensan que sus emociones son reales y son esclavizados por ellas.

12 de 16: Facilmente capturados por ideas.
El ignorante no tiene criterio para evaluar conceptos e ideas y es por esto que son presa tan fácil de las ideologías. Así permiten con mucha facilidad que algún concepto tenga influencia y gobierne sus acciones. No se dan cuenta que las cosas que los rigen no les son conocidas, particularmente las tendencias destructivas de su propia mente.

13 de 16: Falta de perspectiva.
Los ignorantes no pueden desapegarse de las situaciones para poder evaluar sus propias ideas. Se reusan a pensar críticamente sobre su propia forma de pensar. Se vuelven esclavos de sus pensamientos.

14 de 16: Sentimiento de superioridad.
El orgullo es un síntoma de ignorancia, la humildad es un producto natural del verdadero entendimiento. En el momento en el que entiendes el todo, te das cuenta que no eres mejor que el que cayó a tu lado. Mirar a los demás hacia abajo es un signo de ignorancia. Cuando en realidad entiendas no podrás condenar. Los sentimientos de superioridad estorban la compasión. Permiten los prejuicios y el odio florezcan. Es una forma terrible de ignorancia.

15 de 16: Materialismo.
El síntoma más claro de ignorancia es una vida dedicada a las ganancias materiales más allá de lo básico. Los materialistas están siempre persiguiendo una ilusión de permanencia y nunca estarán satisfechos. Uno encuentra esta forma de ilusión incluso entre gente religiosa que racionaliza su avaricia con argumentos "espirituales". El materialismo esta ligado al ego y la dependencia del status. Es una prisión terrible. Libertad ligada al materialismo es una ilusión. La democracia basada en la avaricia y bienes materiales nunca traerán justicia y libertad a su gente. La única liberación es la espiritual.

16 de 16: Acción impaciente.
En los ignorantes, la impaciencia y la acción se combinan a veces en una forma muy destructiva. Guiados por el ego y la ambición, los ignorantes no tienen la paciencia para esperar el momento adecuado para actuar. La sed de honor les impide esperar y permitir que otros se lleven el crédito por resolver el problema. Incluso si esos otros son mejores para hacerlo. Se limitan a soluciones rápidas. Su impaciencia es resultado de su propia ambición y tiene muchas veces resultados destructivos a largo plazo.